La Ribera

La Ribera es el programa emblemático de la Fundación Alfredo Jijón, que responde a la realidad de un país en el que la cuarta parte de nacimientos son de hijos de madres adolescentes. Estas madres son la razón de ser de un programa que busca fortalecer su salud integral, acompañarlas en su educación, mejorar sus condiciones de vida y lograr su autonomía.

Para lograr este objetivo, identificamos a las madres adolescentes y jóvenes con mayor necesidad de apoyo, quienes ingresan a un programa de desarrollo integral de habilidades para la vida. Este programa incluye el apoyo integral psicosocial y legal a través de talleres de formación en temas de autoestima, proyecto de vida, prevención de embarazos subsecuentes, desarrollo infantil integral, entre otros. Adicionalmente, trabajamos, junto a aliados estratégicos, en el desarrollo de habilidades blandas, capacitación para el emprendimiento, educación técnica superior y bolsa de empleo. Con esto hemos logrado, mediante un apoyo de 10 meses de duración, que las participantes no dejen sus estudios y adquieran conocimientos clave para lograr su independencia, bienestar y seguridad.

Desde el inicio del programa, en 2019, cada ciclo recibimos y acompañamos alrededor de 40 madres adolescentes y jóvenes que se encuentran en período de gestación o que son madres. En el último período (2021 – 2022) entregamos 1114 kits de alimentos para apoyar su alimentación. Además, entregamos 264 bonos de conectividad para que las participantes puedan mantenerse conectadas en un contexto en el que el acceso a internet para personas de bajos recursos es casi imposible.

Gracias a esto, alrededor de 25 adolescentes y jóvenes que fueron madres a temprana edad, continuaron sus estudios y, en el último período, 5 de ellas lograron graduarse de bachilleres, 10 culminaron su año escolar con éxito, y 9 accedieron a estudios superiores, gracias a una beca para estudios que les permitió cumplir sus sueño de seguir estudiando.

Durante el desarrollo del programa, tanto las madres como sus hijos tienen acceso a las redes de salud, se alimentan correctamente y tienen un espacio seguro para aprender y jugar.